Podemos presumir de tener unas arcas públicas bien grandes. Si echamos cuentas, veremos que cerca de un 51% de los ingresos que por término medio generamos con nuestra actividad laboral se lo lleva el Estado, por una u otra vía recaudatoria. O dicho de otra manera, sólo un 49% de lo que producimos es para nosotros y nuestros gastos particulares o familiares.
Veámoslo con más detalle. El salario medio (bruto) en España es de 24.000 € / año (en 2018), que son en realidad casi 32.000 € en total si le añadimos la parte que, antes de realizar la nómina, el empleador resta al salario para darlo a la Seguridad Social por su trabajador. Pues bien, de esta cantidad total tenemos que, aproximadamente:
Un 29% se va a la Seguridad Social*
Un 11% se va al IRPF**
Un 8% se va en el IVA***
Un 1% se va en otros impuestos (IBI, carburantes…)
Un 2% se va en Impuesto de Sociedades****
Total: 51%
* Este porcentaje incluye el 24% que cotiza directamente la empresa más el otro 5% que se descuenta en la nómina del trabajador.
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